
MIS ZAPATOS
Mis zapatos, crías de dinosaurios,
albergan el macramé de las calles
de cantos rodados
afilados por la cabellera de la luna.
Duermen como lobos domesticados
a los pies de mi cama.
Me enseñan las cicatrices
que serán los signos de mi vida.
Aguardan a que me decida
a conquistar el mundo o a liberar el tiempo.
Lo más probable es que se queden
bailando en el claustro del abandono.
Mis zapatos tienen un nombre secreto
que he olvidado.