SONETO DE LOS DIRECTORES ARTÍSTICOS Los chamanes fanáticos y severos del arte moderno, zotes presuntuosos, desean ser divinos y son untosos, manieristas funámbulos y paveros. Estiran los conceptos como hechiceros, aparentes, flemáticos y gaseosos, para olvidar que son unos perezosos funcionarios del afán y garbanceros. Metidos en el sistema del que comen son incapaces de ver el arte fuera de sus mocos. Académicos letargos, son líquenes adheridos a sus cargos, sibaritas de la nada y de la espera con ideas que no pasan del abdomen.