
Honor para el hombre que encendió su pasión junto a la dulce hoguera estrellada de la noche. Todo palpita el sosiego de la siega. La lechuza espía los rumores del macho que se inclina con fiera decisión. Morir y trascender es la luz viva de su cometa. La bruma del sentido escondido, tras gozosa lucha se despeja, en el remanso de los abrazos, en la respiración de la hembra.