HOMENAJE A BENJAMÍN PÉRET Benjamín Péret se preguntaba dónde está la gran casa. Yo le respondo: la gran casa está sobre la colina herida por una farmacia; está a la orilla del mar casándose con la corriente alterna; está en el pantano mirando a la pecera china; está en el pueblo de al lado corriéndose una juerga; está junto a la carretera nacional dando la bienvenida al Kurdistán; está bajo el pino umbroso cantando con las alondras metálicas; está tumbada en la arena añorando al Conde Arnaldos; está con la gripe puesta esperando a Samuel Becket; está en una plantación de zanahorias dando de comer a las jirafas que van de paso; está en el Delta del Danubio predicando las parábolas de Diógenes; está en el ágora egipcia albergando una biografía del Gran Pájaro; está junto al Muro de las Lamentaciones persiguiendo la sombra del crimen; está debajo del esparadrapo que cubre las flores del mal; está en la penumbra invisible de todas las realidades; está escondida de los vientos favorables de la muerte; en la vuelta de la esquina donde el aire retorna las monedas de la alucinación; está en el rapto del abismo y los deslumbres; está en el desierto de los Tártaros dando de comer a los jenízaros; está donde los vecinos de las noticias esconden los naipes de la servidumbre; está donde estés tú, tú, que eres la gran casa del amor.