
Son humanos, humanas, humanes, como niños y niñas y nines, como perros y perras y perres, como gilis y gilas y giles, y así todos los géneros dúctiles a las formas pijas y serviles que dictan la nueva normativa de conducta de estos infelices. Queden como lo que son: cretinos. Y cuidado con que no peligres con el uso correcto del habla y sumes ángeles con serafines, ratas con ratos en los establos, cabellos de caballos, no crines.