SONETOS DE LA INTEMPERIE 13 Un cansancio de cosas circulares, ese arrebol muriendo en el ocaso, el fragor del insomnio y del fracaso te arrebatan del lecho de tus mares. Por extrañas veredas y solares de borrachos que lloran en un vaso, te acercas en silencio, sin un paso, flotando como sombra de los bares. No sé cómo, litúrgica y devota, pero febril de miel y cabelleras, fragante de manzanas, de pereza, te cimbreas en mi alma más remota, lunática de selvas y panteras, hasta quedar desnuda en mi tristeza.