EL BUSCAVIDAS 20 “El castellano, -dijo- distingue entre: un hombre de palabra y un hombre de palabras. El hombre de palabra es honesto, honorable se puede confiar en él. Una palabra no traiciona. El hombre de palabras es un embaucador, un prestidigitador de los sentidos, un falsario. Las muchas palabras traicionan” El poeta contestó: “Las palabras se multiplican en mi boca buscando la precisión del sentido. No se puede entrar en el núcleo íntimo de la verdad ciega sin ir tanteando con las palabras la pared de la vida” El amigo le repuso: “Los taoístas decían que el mal del mundo deviene por el exceso de palabras”