AMOR MÁS ALLÁ DE LA GUERRA II La historia nunca se acaba, es pertinaz desencuentro, luchando con la memoria devuelve huellas y huesos, retorna los pasos perdidos de aquellos que no murieron -salvo en esta tierra ingrata que les negó sus esfuerzos- pues viven en las alturas del dolor y los recuerdos, estigmas de aquella guerra que los mató sin entierro, asesinados injustos por criminales absueltos, amontonados en fosas comunes de prisioneros, distintos unos con otros gimientes en el desierto juntando cabezas, manos y pies con barros revueltos por un afán de acallar las verdades y el criterio que siempre vuelven desnudos como gritos del silencio. Disgregados en la tierra, hermanados en el cieno, aquí quedaron las vivas raíces de los destierros que enaltecen el coraje y la sangre de sus deudos que persisten con fervor en devolver a sus muertos al lugar que se merecen en el corazón del tiempo y ser dignos de la herencia que se defiende en los sueños, como luces estrelladas brillando en el pensamiento.