HA RENACIDO
Ha renacido.
De la mustia belleza enajenada
por la desolación
a esta nueva relación de fuerzas
donde exhibe la vida recobrada,
la pasión que vuelve a desnudar
su cuerpo de vestal
devota de la sagrada lujuria.
Ha renacido
Con sus ojos como pozos de rosas negras
de sombras nocturnas y felinas
y su piel visitada por la luna que orbita su sangre
y trae primaveras a la orilla de la mar.
Templo sagrado, carne ofrendada.
Ha renacido.
La primavera, virtud del reino vegetal,
que trae nuevo rostro
a la seca presencia del árbol
que ha sufrido los rigores del invierno,
enseña, que aquello que es connatural
al árbol o la semilla
lo es también para la mujer que ha sufrido
los rigores del desamor.
Ha renacido.