LLUVIA DE VERANO Una lluvia fina sobre la plaza hace brillar las losetas rojizas y grises, irregulares, desgastadas por los pasos de los que la cruzan desde hace doscientos años. Un grupo de palomas, plumas mojadas, parecen entretenerse picoteando un alimento invisible. ¿Aceptan la lluvia? ¿No les espanta? Observo que se arrufan. Tal vez no están comiendo. Se están lavando, se picotean entre las plumas. Se están expurgando, aprovechando los pequeños huecos donde se acumula el agua, limpiándose. Acaba la lluvia, las palomas se van. Antes han aparecido los transeúntes con paraguas, ¿dónde estaban esos paraguas, de dónde los sacan? Es una lluvia súbita, veraniega, que acaba con el sol secando las losetas en cinco minutos. Adiós lluvia de verano. Hermosa mañana con palomas y paraguas de prestidigitador.