ORACIÓN XXV Tu sabes de mis Oraciones, Señor, un poco profanas y un tanto descreídas, pero nunca alejadas de mis mejores intenciones, de mi instintiva inclinación espiritual. Nunca te pediría no hacerme responsable de mis actos, ni que excusaras mis defectos, ni que perdonaras mis culpas. Creo en mi redención personal y eso siempre pasa por asumir la responsabilidad y el sufrimiento que conlleva o puede conllevar, -ya sabes que el sufrimiento por el sufrimiento es una tontada- Así que Señor, hoy solo quiero que seas por siempre alabado, por la gracia de mi salud mental que pasa por las Oraciones. Ya sabes que pretendo ser poeta y sin Oraciones, no hay poema posible.