
PLOMO
Los soldados agónicos,
atrapados en las trincheras,
llenas de barro, ratas
y cadáveres putrefactos.
Los generales, bien alimentados,
en sus mansiones de retaguardia
jugaban a soldaditos al asalto
con sus miniaturas de plomo.
El plomo de los soldaditos
era el mismo que mataba
a los soldados de verdad.