LOS DEMONIOS
Los demonios son de la familia,
están cerca de nosotros, 
      de nuestras tribulaciones,
      de nuestros deseos, 
      de nuestras ilusiones,
      de nuestros ajetreos cotidianos,
comen y beben con nosotros,
son infieles,
se acuestan con las primas,
van de caza o al fútbol con los cuñados,
y siempre tropezamos con ellos,
no les damos esquinazo
      por más que lo intentemos,
forman parte de nuestra buena educación,
del eufemismo que enmascara
      el sentimiento más sincero:
los demonios alaban la belleza
      de la fea de la farmacia,
hacen carantoñas al insoportable
      niño del vecino,
y encuentran las palabras
para armar la pequeña hipocresía
que nos hace salir del paso.
Si no fuera por nuestros demonios
acabaríamos viviendo en un faro.