ORACIÓN XVII Señor, dame fuerzas para combatir la tentación de cambiar este paradigma: “todo el mundo es bueno hasta que se demuestre lo contrario” por el de: “todo el mundo es malo hasta que se demuestre lo contrario”. La experiencia, el desengaño, el cansancio de bregar a contracorriente, la edad, que te lleva a la misantropía, son como un torbellino que me arrastra a un pesimismo sin salida. Cumplir años para llegar a esta triste conclusión me parece de una pobreza que degrada la vida hacia una miseria de espíritu que no quiero para mí. Oh Señor, dame fuerzas para no caer en la tentación de empezar a desconfiar como un viejo cobarde, un miserable burgués que sólo piensa en preservar sus monedas de plata.