SONETO DE LOS GUSTOS A los tontos les gustan las fronteras, y a los rusos vestir a sus queridas los toreros prefieren las corridas y los dipsómanos, las borracheras. Los fanáticos gritan como fieras y los médicos curan las heridas, los insectos infectan nuestras vidas y los besos nos traen primaveras. Los ciclos de los gustos son inciertos. Sus decisiones son como la monda: hoy están vivos y mañana muertos. A nosotros nos queda vivir la ronda que enlaza lo feraz con los desiertos, los árboles desnudos con la fronda.