SONETO DE LA SUPERACIÓN Yo quisiera cantar, pero no puedo. Me aprisiona la voz esta tristeza que invade mi alma desde la bajeza de sentirme atrapado por el miedo. A mi alrededor crecen con denuedo las torpes dentelladas, la fiereza del mundo, la obstinada fortaleza del mal, la terca infamia con su enredo. No debo sin embargo protegerme con excusas, chupones de energía, ni sentirme ante el daño tan inerme. No quiero que el mal rinda mi porfía. Necesito bondad para ofrecerme dando siempre la cara y la alegría.