Invento paparruchas contra el tedio, materias de parodias delirantes, lúdicas tontadas tal cual antes que acabe para siempre nuestro medio. Pasajes defensivos del asedio de un tiempo que nos nombra petulantes, cementerios de hormigas y elefantes cayendo todos juntos sin remedio. Así que he decidido ser un demente perplejo en el cristal de la mentira que no encuentra razón ni referente. Un francotirador que, si delira, será el idiota más clarividente de la sombra que ignora y se retira.