Honor y vergüenza por el alto cerro de la lluvia, por el mayo de alondras y soles escondidos, por sombras y prismas desatados en los márgenes del peregrino, delfín de nimiedades y oráculos que danzan en la salud del mar buscando en la arena perlas, raptos, semillas de sol y celofanes de luna, anillos, ropas de saco, crepúsculos de metal muriendo en el iris rojo de los faunos. Enigmas, verdades escondidas, tesoros que fulgen como el rayo.