Un recuerdo para el poeta Gerard Vergés de gratísima memoria, que nos reconvenía sobre el exceso del vocablo “habita” en la poesía castellana. “Habita”, palabra harinosa, indigesta. Los poetas modernos siempre “habitan” algo. Menos en una casa, como cualquiera, ellos habitan el silencio, la soledad, el olvido… Y no digamos ya los que “habitan la luz” Redundantes, vomitivos. Como esos otros que frecuentan las rosas en demasía. Aquí les regalo un verso para su gloria pastelera: “habitar en la luz de las rosas” No pido royaltis. Es un regalo.