Las palomas que salen de tus manos llegan a mis manos. Las metáforas que salen de tu boca arden en mi corazón. Esto que digo en presente pertenece a un tiempo de la memoria. Sus huellas de incienso y cañaveral han sido, y tal vez ya no son, trascendentes para mi vida, una isla flotando en la niebla de la fecundidad.