EL BUSCAVIDAS 11 En este pueblo de vocingleros y cretinos, no se puede uno tomar un vermut, a la orilla de la mar, con su olivita y su rumor… toda la delicia estropeada por los gritones que peroran sobre el xilofón de los xenófobos sobre los transgénicos exagerados sobre el sexo de la txalaparta sobre el proceso exasperante sobre el expediente x “El hombre no tiene remedio” -dicen estos irremediables.
Mes: diciembre 2022
Los rostros del mundo (248) El Buscavidas 10
EL BUSCAVIDAS 10 El enigma de la demacrada chica que hacía autoestop era más desasosegante que el letrero que tenía entre las manos: “A cualquier sitio A ninguna parte”
Los rostros del mundo (247) El Buscavidas 9
EL BUSCAVIDAS 9 El anciano del pueblo le dijo: “no importan tanto las ambiguas señales que recibes de ella, como el ímpetu del instinto que te lleva a ti. Importa tu deseo, tanto como el ajeno, o más”.
Los rostros del mundo (246) El Buscavidas 8
EL BUSCAVIDAS 8 El alcaide se acercó al recluso y con mala fe le dijo: “en cierto sentido ya eres un hombre libre, se ha divorciado de ti” Él estaba en prisión por haber robado para ella. Tal era su amor enajenado que no dudó en cometer varios hurtos para darle los gustos que él pensaba que ella quería. Se suicidó y al fin quedó libre del todo. El amor era su cárcel verdadera.
Los rostros del mundo (245) El Buscavidas 7
EL BUSCAVIDAS 7 ¿Y si un día apareciera el dueño del mundo y me nombrara y me dijera: eres mi invitado, la tierra es tuya, toma lo que quieras? Te aseguro: No iría más allá de ti.
Los rostros del mundo (244) El Buscavidas 6
EL BUSCAVIDAS 6 Amo la madera madre, la que deviene en fuego y arde. Él dijo: Amo el brillo de tu mirada. En tus ojos se concentra el impulso de mi sangre encendida. Ella dijo: Amo el fuego de tus ojos. Soy la madera para el incendio insondable de los encuentros.
Los rostros del mundo (243) El Buscavidas 5
EL BUSCAVIDAS 5 - ¿Puedes vivir sin amor? - Sí, pero no quiero vivir sin ti.
Los rostros del mundo (242) Jockey
JOCKEY Me caí del caballo y el caballo continuó corriendo y el caballo superó todos los obstáculos y el caballo llegó el primero y el caballo ganó la carrera por una cabeza de caballo. Fue tan protagonista el caballo que tardaron horas en venir a buscarme, tirado allí en el seto con la pierna rota y el alma huyendo del infortunio. Antes de caerme me dio tiempo a decirle a la oreja del caballo: “ve y gana” y el caballo obedeció mi orden y ganó. Inmóvil, en la soledad de mi dolor, olvidado del mundo, sentí que me desligaba de toda obligación, de todo compromiso y entraba, casi sin darme cuenta, en un nirvana, en una revelación, en un estado de conciencia más lúcido, en una ingravidez, en un control de mí mismo extraordinario. Dejé que el caballo volara y yo volé con él.
Los rostros del mundo (241) Migrante
MIGRANTE Trajo sus papeles en regla y sus intenciones renovadas. Pretendía darle la vuelta a su vida demacrada por las deficiencias. La ley le asistía y la razón formal de los recursos invertidos deberían haberle abierto las puertas de la estabilidad personal. Pero un trabajo es una moral, y el hombre creyó en las promesas y calló lo que no le convenía saber y cayó y cayó y cayó en la pobreza y el desahucio. Desertó de la desertización y vino a desaparecer a este desierto, lugar sin raíces, inhóspito, desafecto. El destino mira los papeles y el viento se los lleva a la basura.