LA FRONTERA
Hay una frontera
entre el cielo y el infierno.
Me la imagino como la frontera
que en tiempos medievales
había entre los reinos cristianos, al norte,
y los reinos musulmanes, al sur
de la Península Ibérica.
Entre medio había una franja desolada,
una tierra de nadie, inhóspita,
frecuentada por desertores, cuatreros,
busca vidas venidos de cualquier parte.
Ese lugar debería ser como el purgatorio
en el que están, o los que van a suspender,
o los que van a aprobar.
Cielo, purgatorio o infierno.
Una metáfora, qué casualidad, del sistema
educativo nacional.