Los rostros del mundo (27) El giro

EL GIRO

La ilusión navegando
como un velero en el verano,

la suave brisa acariciando
el rostro sereno, confiado,

la cerámica del cielo
lacada de un azul sin mácula,

el sol proyectando 
una sombra reparadora
bajo las velas.

¿Quién diría que al fondo de las aguas
respiraba un monstruo resentido?

¿un odio concentrado
a punto de liberarse?

¿un daño inesperado,
necio y cruel?

Y así es la vida, señor incauto,
cuando menos te lo esperas
el viento gira,
el mar se rompe 
y algo empieza a doler.

Los rostros del mundo (22) El ejecutor

EL EJECUTOR

El ejecutor no tiene sueños, los extermina.
El ejecutor se compra un coche
      y lo tira por un barranco
con un cadáver dentro.
Cuando el ejecutor se acerca con sigilo
      su sombra pasa de pájaro a pajarraco.
El ejecutor empezó su carrera de niño
      con un FLIT mata insectos.  
La mujer del ejecutor cree que su marido
      trabaja en una multinacional, la MDC,
aunque ignora lo que significa.
En su casa, el ejecutor,
      no mata ni una mosca.
El ejecutor, ahora, delega esas ejecuciones menores,
      a los aprendices de la familia.
Al hijo mayor ya le ha regalado
      su FLIT mata insectos, una reliquia de su infancia,
una auténtica reliquia.

Los rostros del mundo (21) Soneto X

SONETO DE LOS GUSTOS

A los tontos les gustan las fronteras,
y a los rusos vestir a sus queridas
los toreros prefieren las corridas
y los dipsómanos, las borracheras.

Los fanáticos gritan como fieras
y los médicos curan las heridas,
los insectos infectan nuestras vidas
y los besos nos traen primaveras.

Los ciclos de los gustos son inciertos.
Sus decisiones son como la monda:
hoy están vivos y mañana muertos.

A nosotros nos queda vivir la ronda
que enlaza lo feraz con los desiertos,
los árboles desnudos con la fronda.

Los rostros del mundo (20) Soneto IX

SONETO DE LA FANTASÍA 

En los altos océanos del cielo                                
bogan nubes de rumbos demorados,
hora dispersos, hora amontonados,                      
juntos por un afán de extraño celo.

Buques fantasmas, barcos sin consuelo, 
carabelas de ensueño, acorazados
en formación de guerra, desdichados
o épicos en la cima de su anhelo.

Bajeles y veleros, fantasías
de confines, veranos de aventura,
corazones intrépidos en días

de libertad sagrada, limpia y pura,
días sin sombras ni melancolías,
días sin el deber de la cultura.

Los rostros del mundo (19) Soneto VIII

SONETO  DE LA SUPERACIÓN 


Yo quisiera cantar, pero no puedo.
Me aprisiona la voz esta tristeza
que invade mi alma desde la bajeza
de sentirme atrapado por el miedo.

A mi alrededor crecen con denuedo
las torpes dentelladas, la fiereza
del mundo, la obstinada fortaleza
del mal, la terca infamia con su enredo.

No debo sin embargo protegerme
con excusas, chupones de energía,
ni sentirme ante el daño tan inerme.

No quiero que el mal rinda mi porfía.
Necesito bondad para ofrecerme
dando siempre la cara y la alegría.

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