Pedro Manuel Calavia (Zaragoza, 1942-2018) fue profesor de Bellas Artes y pintor vocacional que, después de un largo recorrido de mudanzas laborales, vino a residir sus últimos diez años en Cambrils, donde desarrolló una obra digna del mejor y más noble reconocimiento. Este libro rinde memoria a este creador admirable con una antología de su obra en las que encontramos el esplendor de su formación racionalista (acertado siempre en las estructuras de sus composiciones), y su pasión vital reflejada en el color que se expresa con un dinamismo sin drama. Su pintura es germinativa, sanadora. Dueño de una iconografía única, introspectiva y seductora, que no podía, por su valor y enseñanza, quedarse en la orilla del olvido. Este libro trata, de una forma racional, de dar las claves de su imaginario repartido entre la figuración y el sueño, y es, a la vez, una sentida sintonía con un espíritu humilde que, sin pretensiones, alcanzó los hitos más profundos de la inteligencia pictórica.